Leyendo en algunos blogs y revistas especializadas he visto que cada vez los barcos casino son más populares en Chile, así que he decidido escribir un poco sobre ellos. No se trata solo de barcos que incluyen casino entre sus diversiones, sino de auténticos casinos flotantes que se mueven de un lugar a otro.
En nuestro imaginario los barcos casino son sinónimo de clase y lujo, y comenzaron su andadura en China, y también tuvieron un fuerte posicionamiento en los estados que cruzaba el río Mississippi. Desde aquellos remotos años se han ido expandiendo por todo el mundo.
En Latinoamérica puedes encontrar barcos casinos en Argentina, México y Chile, país este último en el que se están convirtiendo en una opción consolidada de oferta turística.
Hasta el año 2011, en Chile estaba prohibido el funcionamiento de casinos en las embarcaciones que llegaban al país, pero el ministerio de Economía, Fomento y Turismo anunció que el mercado de cruceros había disminuido y tuvo que tomar medidas. Por ese motivo se formuló un proyecto para incentivar el mercado de cruceros turísticos, que incluía el permiso del funcionamiento de los casinos como principal punto. Los datos cambiaron radicalmente.
En Chile, la reglamentación estipula que los cruceros deben abrir sus casinos a una distancia de 3 millas del puerto, realizar un trayecto de 500 millas náuticas (en el caso de los cruceros extranjeros) y permanecer al menos tres días en el país en un circuito turístico.
Los barcos nacionales sólo pueden tener una máquina tragaperras a bordo por cada diez pasajeros, una mesa de juego por cada cincuenta pasajeros y un juego de bingo, por nave. Como beneficio tributario la industria naviera chilena tiene la posibilidad de recuperar el IVA por aquellos bienes que se utilicen como inversión en el barco.