Caída de una niña desde el Disney Dream: cronología y claves

  • La menor cayó por una portilla abierta y el padre se lanzó desde unos 49 pies para rescatarla.
  • El incidente ocurrió el 29 de junio a las 11:29 y el rescate se completó minutos después.
  • La Policía exoneró al padre; la Fiscalía rechazó cargos contra la madre por negligencia criminal.
  • El diseño de las portillas, sin plexiglás, facilitó el acceso de la niña a la barandilla.

Incidente en crucero Disney Dream

El viaje de crucero a bordo del Disney Dream se vio interrumpido por un suceso que puso los pelos de punta: una niña de cinco años cayó por la borda a través de una portilla abierta y su padre se arrojó al mar desde unos 49 feet (aprox. 15 metros) para rescatarla. La escena, presenciada por cientos de pasajeros, derivó en un dispositivo de emergencia con la tripulación maniobrando a contrarreloj.

Con el paso de las horas, los detalles fueron aclarándose: la madre habría pedido a la pequeña que posara junto a un ojo de buey creyendo que había cristal, según un informe policial. Aunque se recomendaron cargos, la Fiscalía del Estado de Florida rechazó procesar por negligencia criminal, y el sheriff del condado de Broward dejó claro que el padre no colocó a la niña en la barandilla.

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Cronología del suceso

Rescate tras caída en el mar

La familia caminaba por la cubierta 4 cuando la madre ofreció hacer una foto a su hija junto a la portilla. La menor trepó, se sentó sobre la barandilla para posar y, al no existir plexiglás, cayó al agua a las 11:29, según el atestado y las imágenes de seguridad.

El padre, que iba unos metros por delante, no presenció la caída inicialmente. Tras el grito de alerta, localizó a la niña en el mar y, tras unos 45 segundos, se lanzó al agua. Guiándose por los gritos de su hija, la alcanzó y la mantuvo a flote durante cerca de 20 minutos, mientras el barco, que navegaba a unos 10 nudos, maniobraba para asistirles.

Dos minutos después del incidente sonó por el intercomunicador la alarma de «Mr MOB» (hombre al agua). El sistema no detectó a la menor por su tamaño y se activó con la inmersión del padre. A las 11:37 se cursó la llamada de socorro y a las 11:40 la tripulación tenía listo un bote de rescate amarillo.

Pese a que se lanzaron anillos de flotación, estaban demasiado lejos o el padre no podía cogerlos sin soltar a la niña. Un bote motorizado llegó y, en unos nueve minutos desde su despliegue, ambos fueron izados a bordo y devueltos al buque principal.

La pequeña fue observada en la bahía médica del Dream y posteriormente, junto a su padre, trasladada al Broward Health Medical Center. Los médicos confirmaron que la niña estaba ilesa; el padre fue tratado por una lesión menor recogida de manera reservada en el informe.

Investigación y versiones oficiales

Ambos progenitores declararon ante agentes del Sheriff de Broward y sus relatos coincidieron con las cámaras de seguridad: la madre creyó que el ojo de buey tenía cristal o plexiglás, pidió a la niña que posara y, tras segundos de incredulidad al verla desaparecer, avisó al padre y pidió ayuda.

Ante la oleada de rumores en redes, el 2 de julio se difundió una declaración urgente del sheriff Gregory Tony para cortar la desinformación: la niña estaba sentada en la barandilla y cayó hacia atrás por la portilla, pero el padre no la colocó allí.

El detective Christopher Favitta recomendó imputar a la madre por negligencia infantil sin lesiones graves al considerar que facilitó la situación de riesgo. Sin embargo, la fiscal adjunta Melissa Kelly comunicó el 16 de septiembre que la conducta, aunque imprudente, no alcanzaba el umbral de negligencia criminal culposa. No hubo arrestos y el caso quedó desestimado.

Diseño del barco y factores de riesgo

A diferencia de otros miradores del buque cubiertos de arriba abajo con plexiglás, las portillas abiertas cuentan bajo ellas con una pared de acero que crea un pequeño estante a la altura del muslo, sobre el que se alza la barandilla superior.

Este diseño, según recoge la investigación, puede facilitar la escalada de un menor: primero al estante y luego a la barandilla más baja, aumentando el riesgo si alguien asume que hay cristal protector cuando no lo hay.

Reacción pública y redes

El salto del padre fue inicialmente aplaudido como acto heroico, pero pronto circularon versiones que lo señalaban injustamente como responsable de haber elevado a la niña por encima de la barandilla para una foto. La Policía salió al paso para desmentir ese extremo.

La atención mediática y los comentarios en línea se dispararon, con críticas y peticiones de medidas severas contra los padres. La aclaración oficial, junto con los testimonios coincidentes y las imágenes de CCTV, ayudó a rebajar las especulaciones.

Claves de seguridad que deja el caso

El episodio subraya la importancia de extremar la supervisión de menores en cubiertas y zonas abiertas, de no fomentar posados en barandillas y de atender a la señalización sobre elementos sin protección.

Asimismo, recuerda cómo los protocolos de rescate, la rapidez de la tripulación y el uso de botes de rescate marcan la diferencia, sin que ello sustituya a la prevención del riesgo en origen.

El caso quedó zanjado sin cargos, pero deja una fotografía muy clara: una cadena de decisiones erróneas y un diseño escalable en la zona del ojo de buey derivaron en una caída evitable, mitigada por el salto del padre, la reacción de la tripulación y unos tiempos de respuesta que, esta vez, salvaron dos vidas.