Tengo que confesarlo, soy un poco adicta a las compras, así que cuando viajo en un crucero me resulta complicado no caer en ellas. Primero porque en cada puerto o lugar de destino encuentro cosas maravillosas, y segundo porque en el mismo barco tengo la oportunidad de ver tiendas a las que normalmente no tengo acceso en mi ciudad. Más allá de que cada vez están haciendo el merchandising, lo que son los regalos de la marca más bonitos…¡quien no quiere una gorra de capitán!
Para colmo, en algunas navieras, como la Norwegian Line organiza seminarios de compras, ofertas especiales y te ofrecen un o una personal shopper para asesorarte sobre todas las compras.
Para empezar a contarte algo, si estás haciendo un crucero que pasa por aguas internacionales, entonces estás de enhorabuena, porque cuando compras a bordo todos los productos están exentos de impuestos, lo que te permitirá acceder a artículos que no creías que podrías. Hablo de ropa de alta costura, joyas, y hasta obras de arte. En este sentido, Park West Gallery se asoció con NLC para ofrecer obras de arte originales de artistas reconocidos, puedes comprarla bajo precio cerrado o asistir a las subastas que se organizan a bordo. Esto ya es en sí una experiencia.
Cambiando de compañía, MSC tiene además de tiendas exclusivas de firma, una superficie sólo dedicada a las prendas, regalos, juguetes y artículos en los que aparece su logo, y hasta puedes encontrar a Doremi, su mascota. Esta es una manera de recordar el barco y el crucero, como un recuerdo tangible.
Además, y como puedes imaginarte, si viajas en un crucero Disney es absolutamente imposible que no compres algunos de los artículos de esta marca.
En cuanto a la forma de pago en el barco, pues como para todo lo demás, desde tu cuenta de gastos, o haciendo el cargo a la tarjeta de crédito o débito. Antes de finalizar el viaje suelen enviarte una cuenta con los gastos que has hecho, por si hubiera alguna reclamación.