Crucero fluvial por Rusia: Descubre Moscú, San Petersburgo y el Volga

  • Un recorrido único por los ríos y lagos de Rusia, visitando ciudades icónicas como Moscú y San Petersburgo.
  • Exploración de sitios históricos como el Kremlin, la Plaza Roja y el Museo del Hermitage.
  • Paradas en lugares pintorescos como Uglich, Yaroslavl y la isla de Kizhi.
  • Experiencia gastronómica con especialidades rusas como el shashlik en Mandrogui.

Crucero fluvial

Unos amigos acaban de volver de un crucero fluvial por Rusia, y han quedado tan encantados con la experiencia que me han contagiado su entusiasmo. Su viaje a bordo del Anabella Princess ha sido un recorrido extraordinario a través de los canales, embalses, lagos y ríos que unen las capitales rusas. Esta ruta no solo permite disfrutar de la comodidad de la navegación, sino que también ofrece la oportunidad de explorar algunas de las ciudades más emblemáticas del país, como Moscú y San Petersburgo, así como paisajes impresionantes en los lagos Ladoga y Onega, y el legendario río Volga. Además, es una experiencia que se puede comparar con otras rutas fluviales, como un crucero por la Selva Negra.

Inicio del viaje: Moscú

El recorrido comenzó en Moscú, donde el primer día disfrutaron de una visita panorámica en autobús por la capital rusa. Esta excursión les permitió descubrir lugares icónicos como la Plaza Roja, la majestuosa Catedral de San Basilio, cuyos colores y arquitectura hipnotizan a cualquier visitante, y el impresionante Teatro Bolshói. Durante la tarde tuvieron tiempo libre para pasear por la ciudad y sumergirse en la vibrante atmósfera de sus calles.

El segundo día estuvo dedicado a explorar el Kremlin, la histórica fortaleza que alberga catedrales, museos y la residencia oficial del Presidente de Rusia. En su interior, visitaron la Catedral de la Asunción y el Museo de la Armería, donde se pueden admirar joyas reales, tronos y objetos de la época de los zares. Si estás interesado en saber más sobre las ventajas de los cruceros fluviales, esta experiencia es un buen ejemplo.

Antes de zarpar, la última noche en la capital rusa culminó con una cena a bordo del barco, seguido de un evento de bienvenida con el capitán.

Uglich: Historia y tradición

Después de una noche de navegación, el crucero llegó a Uglich, una de las ciudades del famoso Anillo de Oro. Aquí realizaron una caminata guiada por sus calles empedradas, visitando la Catedral de la Resurrección y la Iglesia de San Demetrio sobre la Sangre, construida en el lugar donde falleció el hijo de Iván el Terrible.

Yaroslavl: Un tesoro arquitectónico

El itinerario continuó con una parada en Yaroslavl, una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Fundada en el siglo XI, esta localidad a orillas del Volga albergaba una gran riqueza cultural con sus iglesias de cúpulas doradas y su animado mercado local. Entre los puntos destacados de la visita se encontraban la Iglesia del Profeta Elías, el Monasterio de la Transfiguración del Salvador y el Museo de Arte Ruso, que alberga una impresionante colección de iconos y esculturas. En general, la belleza y la cultura de Yaroslavl hacen que sea un destino que complementa perfectamente un crucero fluvial por Rusia.

Crucero fluvial en Rusia

Goritsy y su patrimonio monástico

El siguiente destino fue Goritsy, una pequeña localidad famosa por albergar el Monasterio de San Cirilo del Lago Blanco, considerado uno de los más grandes del norte de Rusia. Este complejo fortificado del siglo XIV ejerció una gran influencia en la historia del país y contiene una valiosa colección de iconos rusos.

Kizhi: Un museo al aire libre

El crucero prosiguió hasta la isla de Kizhi, ubicada en el lago Onega. En este enclave único visitaron el Museo de Arquitectura de Madera, una joya del patrimonio ruso donde se encuentra la impresionante Iglesia de la Transfiguración, con sus 22 cúpulas de madera ensambladas sin el uso de clavos. Este lugar es un ejemplo perfecto de cómo la arquitectura puede ser parte de una experiencia inolvidable en un crucero fluvial por Rusia.

Parada en Mandrogui

Antes de alcanzar San Petersburgo, hicieron una escala en Mandrogui, un pintoresco poblado reconstruido para reflejar la Rusia tradicional. Aquí degustaron un almuerzo campestre con el famoso shashlik (brochetas de carne asada). Además, tuvieron la oportunidad de visitar pequeñas tiendas de artesanía y el Museo del Vodka. Esta experiencia de inmersión cultural es uno de los muchos aspectos que hacen que viajar en un crucero fluvial por Rusia sea tan atractivo.

Última parada: San Petersburgo

El crucero concluyó en la imperial San Petersburgo, conocida como la Venecia del Norte por sus numerosos canales. Durante su estancia, realizaron una excursión panorámica que incluyó la Avenida Nevsky, la Fortaleza de San Pedro y San Pablo y la imponente Catedral de San Isaac.

Uno de los momentos más esperados fue la visita al Museo del Hermitage, un espectacular complejo que alberga más de tres millones de obras de arte, incluyendo pinturas de Da Vinci, Rembrandt y Picasso. San Petersburgo es, sin duda, un destino que realza la experiencia de un crucero fluvial por Rusia.

El viaje finalizó con un recorrido por Peterhof, el antiguo Palacio de Verano de Pedro el Grande, famoso por sus fuentes y jardines.

Este crucero fluvial por Rusia resultó ser una experiencia inolvidable, combinando la majestuosidad de la historia rusa con la belleza de sus paisajes y la comodidad de la navegación.

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