Recuerda los datos que te daba hace una semana de que en 2015, sólo en Europa, se habían movido más de 6 millones de personas en barco, y esto es sólo en Europa, imagínate cuántas personas, entre cruceristas y tripulación, se mueven de un continente a otro y lo que esto significa para la salud. Ante estas cifra, y tratándose los trasatlánticos y megabuques de auténticas ciudades flotantes, no es ninguna tontería preocuparse de la salud.
Te voy a contra un poco cuál es la normativa internacional en términos de Reglamento Sanitario Internacional, para que precisamente estés más tranquilo en cuanto a la salud a la hora de embarcarte.
El Reglamento Sanitario Internacional fue revisado en el año 2005 (sí, no estaría de más que lo actualizaran de nuevo) regula los requisitos sanitarios para las operaciones de los barcos, esta es la internacional para la vigilancia de enfermedades y saneamiento en barcos y puertos, así como para la respuesta frente a enfermedades infecciosas.
Algunos datos que es bueno saber es que los buques que llevan más de 100 miembros de tripulación en un viaje internacional de 3 días o más tienen que tener un médico en exclusiva para la asistencia de la tripulación, y esto es de obligado cumplimiento en los barcos con pasajeros aunque estos naveguen menos de 3 días.
Lo cierto es que la mayoría de las afecciones que se producen en un barco se tratan como si estuviéramos en una asistencia ambulatoria. Hablamos de insolaciones, indigestiones, mareos, gastritis, y accidentes, que son bastante frecuentes, pero afortunadamente no graves.
Ahora bien, esto no significa que no se planteen complicaciones y problemas más graves que requieran que el o la paciente tenga que ser tratado en un hospital. El barco debe estar preparado para tal eventualidad, así que si eres un poco hipocondríaco o hipocondríaca o estás delicado de salud te recomiendo que preguntes por las características y calidad de los servicios médicos junto con el itinerario y el precio.