La empresa Holland America Line volvió a los medios especializados en cruceros porque un jurado la condenó inicialmente a pagar más de 21 millones de dólares a un pasajero tras un accidente a bordo que derivó en una lesión cerebral leve. Posteriormente, en una fase avanzada del proceso, un tribunal dejó sin efecto el veredicto, reabriendo el escenario legal y dando paso a nuevas actuaciones judiciales.
La naviera comunicó desde el principio que apelaría para reducir la indemnización, al considerar desproporcionado el monto fijado en primera instancia, extremo que encaja con la dinámica habitual en este tipo de litigios marítimos complejos.
El accidente tuvo lugar durante una travesía en el Pacífico y se atribuyó al mal funcionamiento de los sensores de una puerta automática de cristal. El pasajero, James R. Hausman, intentó salir de su penthouse rumbo a la piscina cuando su cabeza quedó atrapada en la puerta. El médico de a bordo diagnosticó una contusión facial y daño dental; con posterioridad, un neurólogo identificó una lesión cerebral menor que se manifestó con vértigo, episodios convulsivos ocasionales y dificultades cognitivas leves (lagunas de memoria o repetición de frases). Este cuadro clínico explicaría la cuantía extraordinaria del fallo inicial.
La amplia cobertura del caso, por el importe superior a 21 millones de dólares que se llegó a contemplar, impulsó un debate sobre los pequeños incidentes y riesgos que, aunque infrecuentes, pueden darse en un entorno tan complejo como el de los barcos de crucero.
Qué ocurrió y por qué se habló de una cifra millonaria
En demandas por negligencia a bordo, el cálculo de daños incluye gastos médicos presentes y futuros, pérdida de ingresos, dolor y sufrimiento y, en su caso, afectación de la capacidad laboral. Cuando media una lesión neurológica, incluso leve, los peritos suelen proyectar costes de terapia, seguimiento y eventuales recaídas, lo que puede disparar las cuantías reclamadas. En este expediente, la prueba pericial médica y los informes de funcionamiento de la puerta automática resultaron determinantes para el veredicto inicial.
Del veredicto inicial a su anulación en sede judicial
En una etapa posterior del proceso, un juez con sede en Seattle anuló el fallo que imponía a la naviera el pago multimillonario. La declaración de una asistente personal del pasajero fue clave para reexaminar los hechos y la valoración del daño, lo que evidencia lo crucial que es el testimonio de testigos y la consistencia de la evidencia en Derecho Marítimo. Tras una anulación, el caso puede reabrirse, renegociarse o volver a juicio, con nuevas estrategias, descubrimiento de pruebas y eventuales acuerdos.
Accidentes más comunes en cruceros: patrones y prevención
- Resbalones y caídas: cubiertas mojadas, pasillos poco iluminados, alfombras levantadas o escaleras sin barandilla aumentan el riesgo de fracturas o traumatismos craneales.
- Enfermedades y brotes virales: en espacios cerrados, patógenos como el norovirus pueden propagarse con rapidez; la higiene de manos y protocolos de desinfección son esenciales.
- Incidentes en excursiones: fallos de equipos, terrenos irregulares o operadores negligentes pueden desencadenar daños fuera del buque.
- Asaltos y agresiones: la seguridad en bares y áreas de ocio es clave para prevenir robos o altercados.
- Fallas de equipos y estructuras: desde gimnasios y piscinas hasta sistemas eléctricos, el mantenimiento preventivo es crítico.
Sus derechos tras un incidente: pasajeros y tripulación
- Gastos médicos: atención de emergencia a bordo y en tierra, fármacos, terapias y hospitalización pueden ser reclamables frente a la parte responsable.
- Pérdida de ingresos y capacidad laboral: si la lesión impide trabajar, procede reclamar salarios dejados de percibir y afectación futura.
- Daño moral: estrés postraumático, ansiedad o depresión son perjuicios resarcibles en muchas jurisdicciones.
- Mantenimiento y cura (tripulantes): el empleador debe proveer alojamiento, comida y atención médica hasta la recuperación.
- Negligencia del empleador: carencias en seguridad, formación o prevención habilitan daños adicionales.
Qué hacer tras un accidente en un crucero
- Atención médica inmediata, incluso si la lesión parece menor; algunas dolencias afloran días después.
- Documente todo: fotos, partes médicos, testigos y solicitud de conservación de videos de seguridad.
- Informe oficialmente a la tripulación, pida copia del reporte y no reconozca culpas.
- No firme acuerdos ni renuncias sin asesoría de un abogado marítimo.
- Consulte un especialista cuanto antes: los casos marítimos tienen plazos estrictos.
Cómo se demanda a una naviera
Estos casos exigen una investigación pericial sólida, análisis de viabilidad jurídica, presentación de reclamaciones en un crucero y una fase de descubrimiento de pruebas intensa. Pueden cerrarse por acuerdo o juicio. Firmas con décadas de experiencia combinada, reconocidas por rankings legales y con equipos multilingües, han recuperado cientos de millones para víctimas de accidentes en cruceros. Contar con representación especializada equilibra la balanza frente a una gran corporación.
Seguros y protección: CPP de Holland America Line
HAL ofrece Programas de Protección para Cancelaciones (CPP) opcionales. El Estándar permite cancelar hasta 24 horas antes por cualquier motivo y recibir un reembolso parcial de las tarifas no reembolsables; el Platinum amplía el plazo hasta el inicio del viaje y eleva el porcentaje. Este último añade cobertura de viaje para demoras e interrupciones, gastos médicos (incluida COVID-19), asistencia de emergencia 24/7, y sin exclusión por preexistencias en ciertas contingencias médicas durante el viaje. Si compra vuelos y paquetes pre/post con HAL, el CPP puede proteger también esos importes. Ante confinamiento médico en camarote, contempla reembolsos por días no disfrutados. Revise siempre términos y exclusiones del plan vigente.
Holland America Line, la compañía
Holland America Line es una compañía de cruceros con sede en Seattle (Estados Unidos). Nació en el siglo XIX como Netherlands-America Steamship Company, de transporte marítimo y de pasajeros, con base en Rotterdam. Con el paso del tiempo pasó a integrar el grupo Carnival Corporation & PLC, cuya matriz ha impulsado exigentes programas de cumplimiento ambiental y estándares operativos transversales a sus marcas.
Casos como el de la puerta automática han servido para visibilizar los derechos de los viajeros y la importancia de la prevención y el asesoramiento legal experto. Si bien los cruceros siguen siendo una de las formas más seguras y placenteras de viajar, conocer protocolos, coberturas y pasos legales puede marcar la diferencia si ocurre un incidente.