La reina Isabel II, a sus 88 años, bautizó la semana pasada con una botella de vino inglés el buque Britannia. El acto tuvo lugar en el puerto de inglés de Southampton, al sur de la isla, y también acudió el duque de Edimburgo de 93 años de edad.
El buque Britannia es el barco más grande para el mercado de cruceros del Reino Unido, con capacidad para más de 3.600 pasajeros y pasajeras, y pertenece a la compañía P&O.
El pasado 14 de marzo comenzo su viaje inaugural por el Mediterráneo, en un crucero que pasará por España, Italia y Francia.
El Britannia se construyó en los astilleros Fincantieri, en Italia, y su coste ha ascendido a 473 millones de libras, unos 662 millones de euros, mide 1.082 pies de eslora (lo que vienen siendo 330 metros) y pesa 141.000 toneladas.
Es el sexto barco que bautiza Isabel II, después del Queen Elizabeth 2, el Oriana, el Queen Mary 2 y el Queen Elizabeth, además del antiguo HMY Britannia, yate de representación de la Corona británica que fue dado de baja en 1997.
El crucero Britannia tiene quince cubiertas, trece restaurantes, trece bares, nueve espacios de recreo, cuatro piscinas y más de 1.800 camarotes, aunque lo que más llama la atención desde fuera es la decoarción de una bandera del Reino Unido de 94 metros en la proa.
Este barco lleva a bordo una colección de arte valorada en un millón de libras (1,4 millones de euros), visitará 57 puertos de 31 países y navegará alrededor de 90.000 millas.