El compromiso de todas las navieras con la seguridad de los millones de pasajeros y tripulación que navegan con ellas es indiscutible. La seguridad en alta mar está fuertemente regulada, pero además estas suelen tener especial cuidado con la innovación y la mejora continua.
Como hemos comentado en distintas ocasiones es obligatorio realizar el simulacro de evacuación el primer día que se aborda el barco, con el fin de que los pasajeros sepan qué hacer y dónde ir en el caso de una emergencia, que todos y todas conocen el punto de encuentro.
En ocasiones, además del simulacro de seguridad inicial, oficiales y tripulación llevan a cabo simulacros semanales, mensuales y anuales en todos los barcos, y tienen una amplia formación certificada en emergencias y procedimientos de evacuación del buque. La tripulación también está altamente formada para asegurar que reaccionan eficaz y apropiadamente en caso de incendio o humo.
Otras cuestiones de seguridad que están reguladas son la altura de las barandillas, el control de los accesos, circuito cerrado de televisión y formación de la tripulación.
Adicionalmente se contrata equipos de seguridad externos que comprenden otros profesionales, como asistentes de seguridad, supervisores de seguridad de los huéspedes, supervisores y guardias de seguridad. Estos guardias y los supervisores tienen su propio uniforme con un distintivo característico en cada hombro, y se puede solicitar al personal de servicios al huésped que le notifique al personal de seguridad que necesita hablar con ellos.
Además en los barcos siempre hay un número de teléfono de emergencia al que puedes llamar desde cualquier teléfono interno.
Por si esto fuera poco en la mayoría de navieras, en su canal de televisión interno, casi siempre transmiten 24 horas los siete días de la semana, suele haber un vídeo de seguridad que te recuerda las normas.
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