Los ecologistas llevan tiempo alertando sobre las consecuencias de la industria de los cruceros en el medio ambiente marino. Muchas empresas de cruceros ya están paliando la situación incorporando métodos más eficaces de atajar los residuos, las aguas grises y negras, y utilizando nuevos combustibles.
Sin embargo, aún queda un tema por resolver, y es que la Unión de Conservación de la Naturaleza de Alemania ha alertado que la cantidad de comida que los turistas consumen está generando un exceso de fertilización del mar en las islas Canarias.
Como es obvio las empresas navieras creen que este análisis tiene algunos matices, pero la Unión de Conservación de la Naturaleza de Alemania hace responsable directamente a los vertidos de comida que se lanzan desde los barcos con la aparición de microalgas en las playas de las islas Canarias. Lo que se produce es una superfertilización del ambiente marino.
La solución para paliar esto no parece sencilla, ya que al contrario de lo que ocurre con el plástico, el papel, el vidrio o el metal, los barcos pueden arrojar legalmente desperdicios de alimentos al mar según las reglas de la Organización Marítima Internacional (IMO) que regula que la basura triturada en la mayoría de los mares abiertos puede descargarse a tres millas náuticas de la costa.
Esta asociación medioambiental alemana creer que en este año, 2018, Costa Cruceros, MSC y Royal Caribbean puedan aportar nuevos datos sobre sus actividades para la protección del medio ambiente y la salud. Según estos ecologistas alemanes las navieras que más contaminan Aida Cruises y TUI Cruises. El mayor avance que se ha producido en la industria ha sido la aplicación de catalizador de óxido nítrico para moverse, aparte de la reducción desde el año 2015, del límite de azufre del 0,1 por ciento.
Eso sí, la CLIA, no dice nada sobre esta cuestión de las microalgas.