Siguiendo con aquella idea de contarte cuáles son las terminales, los puertos más bellos e interesantes, hoy me decanto por uno fluvial, bien cerquita de nuestro país. Me refiero a la terminal de Leixoes, en Oporto, Portugal, que viene siendo la gran referencia arquitectónica de la región.
Este vanguardista edificio fue diseñado por el arquitecto Luís Pedro Silva. Y en realidad no es muy grande, sobre todo si se tiene en cuanta la capacidad de los barcos que es capaz de albergar, hasta buques de 300 metros de eslora.
La terminal está ubicada al borde de la escollera Sur del puerto, a sólo 800 metros de la costa, por lo que también es toda una obra de ingeniería.
La geometría única del edificio, de suaves formas curvas que recuerdan al movimiento, como si a través de sus pantallas de hormigón ondulantes y paredes blancas todo quedara unido. Estas pantallas de hormigón tienen doble curvatura, y dan apoyo a las losas estructurales.
El edificio tiene alrededor de 20.000 m2 construidos, con 30 metros de altura, y en él se alojan un sótano y cuatro plantas sobre rasante, todas construidas como losas planas. En la fisonomía del edifico destaca un interesante azulejo hexagonal de cerámica blanca, que refleja la luz del sol, que actualiza la tradición portuguesa de poner en las fachadas azulejos.
La terminal de cruceros ocupa parte de sótano, la planta baja y la primera, y la Universidad de Oporto tiene destinado 6.000 metros cuadrados en el sótano, y la tercera planta.
En la cuarta planta hay un restaurante, una sala de exposiciones, y más dependencias docentes y de investigación. La cubierta es un anfiteatro al aire libre que se utiliza para diferentes eventos.
Desde esta terminal de Leixoes hay autobuses turísticos que conectan con la ciudad, o con barcos más pequeños para los viajes por el río, especialmente lo que se organizan para visitar la región vitivinícola del Duero.
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